martes, 28 de septiembre de 2010

TRASTORNOS DE CONDUCTA. Manuel Monserrat

El trastorno de conducta es un desorden infantil emocional y del comportamiento caracterizado por un comportamiento negativo.Los niños con trastorno de conducta tienen dificultad para seguir reglas y comportarse en una manera socialmente aceptable. Se manifiesta de una forma antisocial, ya desde la infancia. 
Ejemplos:
- No obedecer a sus padres o a otros adultos, como a los profesores. Estos niños desobedecen todo el tiempo, incluso en situaciones donde el castigo es serio.
- Rabietas más frecuentes y severas, con respecto al promedio de niños de su edad.
- Se vuelven agresivos y muestran conductas destructivas...
- Contestar mal, discutir, hacer que situaciones pequeñas parezcan más grandes de lo que realmente son, replicar siempre...
- Negarse a cumplir con sus obligaciones diarias, como las tareas escolares, el aseo personal...
- Mentir constantemente, incluso cuando no hay necesidad de tener que hacerlo.
- Presentar otras conductas antisociales, como el exceso de ira y el uso de palabras vulgares; conductas ofensivas, como por ejemplo, escupir a las personas, o el ser indiferentes a los sentimientos de los demás.

CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA EN LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA SEGÚN EL DSM-IV-TR
El Trastorno Oposicionista Desafiante (TND) se define como un patrón recurrente de conductas negativistas, desafiantes, desobedientes y hostiles que conllevan un deterioro en las actividades cotidianas. Es más común en los niños más pequeños, quienes desafían a sus padres y profesores y cuyo propósito es molestar. Estos niños usualmente no son crueles, no intimidan, no engañan y no son antisociales, pero pueden llegar a serlo si sus problemas no se tratan.
El Trastorno disocial (TD) se define como una violación repetitiva y persistente de los derechos básicos de los demás y de las normas sociales.
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): Este término se utiliza para describir a los niños que son más activos e impulsivos que la mayoría de los niños. Estos problemas pueden también estar relacionados con problemas de la concentración y del aprendizaje, (ya tratado en entradas anteriores, con lo que nos centraremos en el TD y en el TND)...
Criterios DSM-IV
Criterios para el diagnóstico del trastorno negativista desafiante:
A. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos:
1. A menudo se encoleriza e incurre en pataletas.
2. A menudo discute con adultos.
3. A menudo desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus obligaciones.
4. A menudo molesta deliberadamente a otras personas.
5. A menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento.
6. A menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros.
7. A menudo es colérico y resentido.
8. A menudo es rencoroso o vengativo.

Nota: considerar que se cumple un criterio sólo si el comportamiento se presenta con más frecuencia de la observada típicamente en sujetos de edad y nivel de desarrollo comparables.
B. El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral.
C. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estadode ánimo.
D. No se cumplen los criterios de trastorno disocial, y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los de trastorno antisocial de lapersonalidad.

Criterios para el diagnóstico del trastorno disocial:

A. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de otras personas o normas socialesimportantes propias de la edad, manifestándose por la presencia de tres (o más) de los siguientes criterios durante los últimos 12meses y por lo menos de un criterio durante los últimos 6 meses:
1. A menudo fanfarronea, amenaza o intimida a otros.
2. A menudo inicia peleas físicas.
3. Ha utilizado un arma que puede causar daño físico grave a otras personas (p. ej., ladrillo, botella rota, navaja...)
4. Ha manifestado crueldad física con personas.
5. Ha manifestado crueldad física con animales.
6. Ha robado enfrentándose a la víctima (p. ej., ataque con violencia, arrebatar bolsos, extorsión, robo a mano armada).
7. Ha forzado a alguien a una actividad sexual.
8. Ha provocado deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves.
9. Ha destruido deliberadamente propiedades de otras personas (distinto de provocar incendios).
10. Ha violentado el hogar, la casa o el automóvil de otra persona.
11. A menudo miente para obtener bienes o favores o para evitar obligaciones.
12. Ha robado objetos de cierto valor sin enfrentamiento con la víctima (p. ej., robos en tiendas, pero sin allanamientos o destrozos...)
13. A menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad.
14. Se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la casa de sus padres o en un hogar sustitutivo (o sólo una vez sin regresar durante un largo período de tiempo).
15. Suele hacer novillos en la escuela, iniciando esta práctica antes de los 13 años de edad.
B. El trastorno disocial provoca deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral.
C. Si el individuo tiene 18 años o más, no cumple criterios de trastorno antisocial de la personalidad.

Se distinguen dos subtipos: de inicio en la infancia (antes de los 10 años) o a partir de los 10 años o de inicio en la adolescencia. Así mismo se diferencia distintos tipos de gravedad: leve o con escasa repercusión, moderado cuyas repercusiones están entre el anterior o el grave cuyas repercusiones son de suma importancia.

Causas de los trastornos de conducta:
Los exámenes neuropsicológicos demuestran que los niños y adolescentes que sufren trastornos de la conducta parecen tener afectado el lóbulo frontal del cerebro, lo cual interfiere con su capacidad para planificar, evitar los riesgos y aprender de sus experiencias negativas. Se considera que el temperamento de los niños tiene una base genética.
Aquellos de "carácter difícil" tienen mayor probabilidad de desarrollar trastornos del comportamiento. Los niños o adolescentes que provienen de hogares desestructurados, que sufren carencias tienen mayor probabilidad de desarrollar trastornos de la conducta. Se comprobado que los problemas sociales y el rechazo por parte de sus compañeros contribuyen a la delincuencia. También existe una relación entre el bajo nivel socioeconómico y los trastornos de la conducta.

TRATAMIENTO DE PROBLEMAS DE CONDUCTA (niños y adolescentes)
Área cognitiva:
Las intervenciones cognitivas se dirigen a modificar la autoimagen negativa, la baja tolerancia a la frustración y la falta de empatía, que suelen presentar con frecuencia estos niños y adolescentes. Mediante la Resolución de Problema y el Autocontrol frente a la impulsividad y el Entrenamiento en Empatía frente a la escasa responsabilidad y falta de conciencia de los sentimientos del otro. Otras intervenciones cognitivas se centran en trabajar con la familia.
Área afectiva:
La principal característica de la afectividad de los trastornos de conducta es la falta de control del niño / adolescente de sus emociones en relación a su baja tolerancia a la frustración y la falta de empatía con el/la agredido/a.
Las intervenciones cognitivas-conductuales tratan de facilitar que se identifiquen los sentimientos y que se module su expresión.
Con niños más pequeños se facilita este aprendizaje mediante las instrucciones verbales y el modelado en el contexto, por ejemplo mediante una terapia de juego o por orientación familiar.
Con adolescentes los grupos de chicos/as con problemas similares o la terapia familiar tienen la misma finalidad. Se trabajan tres aspectos: identificar que se siente, cómo se puede expresar, cómo se puede sentir el otro.
Área somática:
Puede ser frecuente la comorbilidad con otros trastornos que puedan requerir medicación, como la hiperactividad (p. Ej. Psicoestimulantes), trastornos afectivos (p. Ej. Antidepresivos)... etc.
Área interpersonal:
La intervención sería mediante la orientación a los padres de tipo psicoeducativo y conductual. Enseñando a los padres como manejar los problemas de conducta mediante el modelado directo, el manejo de la propia ira parental (p. Ej. mediante la inoculación de estrés)...
En caso de existir una disfunción familiar grave, puede estar indicada la Terapia familiar o de pareja.
En el caso de familias con nivel bajo socioeconómico y con desventajas culturales, está recomendada la intervención de servicios sociales y de redes de apoyo social.
Área conductual:
La intervención se dirige a reducir la conducta antisocial y a aumentar la conducta prosocial del niño o adolescente. Se indentifica y presta apoyo a lo que el sujeto hace bien.
Se diseñan estrategias de extinción, evitando el castigo físico y empleando intervenciones alternativas (extinción, tiempo fuera, sobrecorrección...).

Algunos consejos para padres sobre formas de cómo tratar a niños con problemas de conducta:
- Reconocer las virtudes de nuestros hijos y tratar de ignorar sus debilidades.
- Alabar a nuestros hijos cuando ellos hacen algo correcto en vez de sólo castigarlos cuando hacen lo incorrecto.
-Escuchar a nuestros hijos. Si deseamos que nuestros hijos nos escuchen, nosotros necesitamos aprender a cómo escucharlos.
- Intentar hacer las cosas que les gusta hacer a “ellos” en vez de lo que “nosotros” deseamos que ellos hagan.
- Mostrar a nuestros hijos que nosotros no culpamos a nadie cuando hacemos lo incorrecto o cuando las cosas van mal debido a la mala suerte.
- Ser amplio de criterio y justo. Si nosotros reconocemos lo mejor de nuestros hijos también hay que reconocer cuando ellos han hecho algo incorrecto en la escuela o en contra de la ley, de esa manera les estamos dando apoyo y mostrándoles honestidad.
- Dejar que nuestros sentimientos de malestar se calmen antes de conversar con nuestros hijos acerca de lo que han hecho mal.
- Mostrar a nuestros hijos cómo concentrarse en buscar soluciones en vez de encontrar a alguien a quién echarle la culpa.
- Tratar de estimularlos con nuestro ejemplo para que hagan lo correcto en vez de forzarlos a hacer lo correcto mediante presión y castigo.
- Permitir a los niños hablar cuando están molestos sin que nos molestemos nosotros. Esto les ayudara a saber que uno puede enojarse y que, sin embargo, se puede conversar acerca de eso en una forma constructiva y segura.
- Establecer normas justas y consistentes para nuestros hijos. 
- No pelear con nuestra pareja en una forma de que afecte a toda la familia y preocupe a los niños.

Fuentes: Wikipedia, enciclopedia libre, DSM-IV-TR (A.P.A.), Análisis y terapia de la conducta infantil. Pirámide (Gelfand, D.M y Hartmann); Manual de Terapia de conducta (Vallejo Pareja)...

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