jueves, 14 de abril de 2011

Cuando el joven se enamora de sí mismo. Isabel F. Lantigua. Madrid

Una joven se maquilla ante el espejo. | Antonio Heredia"Porque yo lo valgo", dice la publicidad de una marca de cosméticos y productos de belleza. El mismo lema que tienen bien interiorizado los adolescentes narcisistas, quienes -sin hacer nada- creen que lo merecen todo y que los demás deben satisfacer sus deseos. El narcisismo es un trastorno de la personalidad que, en casos extremos, desemboca en conductas agresivas y violentas y que está detrás de algunas de las recientes matanzas escolares, como la protagonizada por Matti Juhani Saari en un instituto de Finlandia. Sus vídeos con amenazas y con armas explicando lo que iba a hacer podrían responder a un perfil narcisista, según explican los psiquiatras.

Esta semana, la eminencia en la materia Otto Kernberg, miembro titular de la Sociedad Psicoanalítica Americana, ha debatido sobre la cuestión en Madrid, en un ciclo sobre la conflictividad adolescente. Su teoría del narcisismo, que tiene muchos seguidores, lo define como "un sí mismo integrado, pero patológico y grandioso y, dentro de esta línea, se encuentran de menor a mayor gravedad: el trastorno narcisista, el narcisismo maligno y el trastorno antisocial. En el primero se observa un sí mismo irreal e idealizado con algún grado de conducta antisocial; se transforma en narcisismo maligno cuando aparecen conductas como crueldad, sadismo u odio y tendencias paranoides. Y el estado más grave es el trastorno antisocial donde no existe la capacidad de sentir culpa o preocupación por otros".

El mito de Narciso

Según la mitología griega, Narciso era un joven de gran belleza del que tanto mujeres como hombres se enamoraban, pero él rechazaba a todos. Una de sus fervientes admiradoras era la ninfa Eco, a quien la diosa Hera había condenado a no poder hablar, sólo a repetir lo que los demás decían, por lo que nunca pudo declararle a Narciso su amor. Pero un día que le vio en el bosque salió a su encuentro con los brazos abiertos y él la rechazó cruelmente. Ella entonces se recluyó en una cueva para siempre y Narciso fue castigado por la diosa de la venganza, Némesis, para que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. Tan absorto estaba con su contemplación que acabó arrojándose a las aguas.
Este mito es el que hace que el narcisismo se identifique, sobre todo, con el aspecto físico. Pero, según explica a ELMUNDO.es el doctor Gonzalo Morandé, jefe de la Sección de Psiquiatría del Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid, "la cuestión física es la última variable del trastorno narcisista, responsable de muchos casos de anorexia, pero la enfermedad también engloba factores emocionales, sociales, familiares y escolares".
Este experto afirma que "hemos evolucionado hacia una sociedad narcisista y exhibicionista" y reconoce que "cierto grado de narcisismo es indispensable". El problema llega cuando se lleva a extremos "y los adolescentes comienzan a portarse de manera muy agresiva, a delinquir y, lo que es peor, no sienten ningún arrepentimiento por sus actos, por lo que pueden cometer auténticas barbaridades".
El adolescente narcisista es "egocéntrico, exhibicionista y con un afán, casi una verdadera obsesión, de llamar la atención, de que sus actos sean admirados y aplaudidos porque, eso sí, no soporta las críticas", señala Morandé. Y, pese a ir de gallitos, lo cierto es que "su autoestima es bajísima", indica.
Para los padres, algunos signos de alarma son que "estos chicos fracasan en todo. No tienen empatía, llevan mal las relaciones sociales, la convivencia en casa y los estudios. Piensan que, como son superiores les llegarán los conocimientos por ciencia infusa".
El trastorno se suele desarrollar "hacia los nueve o 10 años y llega a su punto álgido en torno a los 14", dice el psiquiatra del Niño Jesús, que reconoce que "en los últimos tiempos han aumentado los casos y que es más común en hombres".

En extinción

Pese que la sociedad es cada vez más narcisista -basta con echar un ojo por las redes sociales-, la existencia de esta patología está en entredicho. La Biblia de los trastornos mentales, el famoso DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos mentales) planea eliminar el narcisismo como trastorno en su próxima edición, que saldrá en 2013, algo que divide a los expertos.
Para Morandé "es un tema que cada cierto tiempo está debatiéndose. En mi opinión, se trata de una cuestión de las compañías de seguros de Estados Unidos, que presionan para que no sea considerado un trastorno y así, en los crímenes que pueden llegar a cometer los afectados, no pueda alegarse enfermedad. Se ahorrarían dinero".

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